En relación a mi última entrada, no puedo evitar pensar en lo curiosa que es esa capacidad que tienen a veces algunas canciones de recordarnos algo tan nítidamente. Cómo las asociamos a algo y no lo olvidamos. No suele ocurrir con nuestras canciones preferidas, sino con las que por alguna razón oyes mucho en un momento dado de tu vida y luego no vuelves a escuchar más que cuando las oyes por casualidad.
Y aquí voy a citar por primera vez en el blog (aunque seguro que no será la última) a Nick Hornby, probablemente, uno de mis escritores favoritos. Melómano declarado, le encanta la música tanto como a mí, y eso se nota en todo lo que escribe. Siempre tiene reflexiones interesantes, y opiniones con las que me suelo sentir totalmente identificada.
Tiene un libro llamado 31 Songs que es una colección de ensayos sobre canciones que han marcado su vida de alguna manera, y donde en cada capítulo explica sencillamente porqué le gusta o gustó alguna vez cada tema. Parece aburrido si no te gustan las mismas canciones que a él, pero es precisamente la forma de expresarse de Hornby, la pasión con la que transmite los sentimientos y emociones que cada tema le provoca y cómo logra contagiar su entusiasmo por una colección tan heterogénea de temas lo que lo hace una lectura tan placentera.
Sobre el tema de la asociación de recuerdos nítidos a canciones, tiene este pensamiento:
«When I thought about why so few of the songs that are important to me come burdened with associative feelings or sensations, it occurred to me that the answer was obvious: if you love a song, love it enough for it to accompany you throughout the different stages of your life, then any specific memory is rubbed away by use. If I’d heard ‘Thunder Road’ in some girl’s bedroom in 1975, decided that it was OK, and had never seen the girl or listened to the song much again, then hearing it now would probably bring back the smell of her underarm deodorant. But that isn’t what happened; what happened was that I heard ‘Thunder Road’ and loved it, and I’ve listened to it at (alarmingly) frequent intervals ever since. ‘Thunder Road’ really only reminds me of itself, and, I suppose, of my life since I was eighteen – that is to say, of nothing much and too much.»
31 Songs – Nick Hornby
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